Por Juan Tomás Valenzuela
El ministro Miguel Vargas
calificó de “rumores”
propios de sus detractores
aquello de que él se salga.
“Más fácil doy yo las nalgas”
que soltar Cancillería.
Yo brego aquí la comía
de la gente del Partido
y amarró con el ungido
pa’cualquier bellaquería.
“¿Que me apeo de esta patana
para buscar el poder?”
Dijo: ¡Ay Dios!… ¿Como va a ser?
y sonrió de buena gana.
“Esta carga tán liviana
que me ha dado el presidente,
pa’mi partido, mi gente,
y pa’tó mis chapiadoras,
no la suelto por ahora,
bajo ningún aliciente”
“Si me zafo de esta teta…
¿Que hago con César Medina?
¿Quien aguanta a esa bocina
y su grupo de proxenetas?”
“Me imagíno la carpeta
que dará Alvarito Arvelo.
Ese echará el grito al cielo
si dejo Cancillería,
como yo soy su alcancía,
me aplasta como a un buñuelo”
“No existe fuerza en la tierra
que me aleje de Danilo,
yo aquí vivo con estilo,
como si fuera Inglaterra.”
“Quien buscó esa motosierra
para serrucharme el palo,
debe ser alguien muy malo,
que me odia a mi y a Fiquito,
pues si suelto este chenchito,
valgo menos que un escualo”
Así se expresó Miguel
cuando le fue consultado
si es verdad que ha renunciado
al puesto de Canciller.
Respondió: ¡Como vá a ser!
y se agarro la cabeza.
“Sería una indelicadeza
despegarmele a Danilo.
“ Yo muero con el ungido…
y a Guido que tumbe esa”.
18 junio 2018